Existen tres formas distintas en las que un propietario puede alquilar uno de sus inmuebles, y los inquilinos interesados optarán por la opción que más les interese.
Cuando nos enfrentamos a nuestro primer alquiler, es completamente normal tener dudas entre los gastos que tendremos que pagar, y es importante tener claro lo que deben pagar tanto los inquilinos como los propietarios.
Estos son los tipos de alquiler más comunes:
Alquileres compartidos entre varias personas
Como se ha mencionado, existen varios tipos de alquiler, y dependiendo del alquiler que lleve a cabo el propietario en su vivienda, la factura del servicio de internet la pagará uno u otro.
Cuando hablamos de una vivienda alquilada para una larga estancia de tiempo, quiere decir que quienes la alquilan, lo harán durante varios años consecutivos, por lo que estamos hablando de contratos de alquiler largos.
En estos contratos largos de alquiler, podemos estar ante dos situaciones:
En ambas situaciones son los inquilinos quienes tienen que hacerse cargo de pagar la tarifa de internet, ya que son ellos quienes van a disfrutar de este servicio.
En las casas alquiladas para hacer de ellas un uso vacacional o turístico es diferente. Normalmente, los propietarios que realizan este tipo de alquileres ya tienen este servicio contratado en la vivienda para así poder ofrecérselo a sus clientes a modo de cortesía.
La factura la suele pagar el propietario, puesto que sería prácticamente imposible dividir el costo de la factura entre todas las personas que llegan a vivir en dicho inmueble a lo largo del año. Aún así, cabe destacar que el propietario no tiene ni por qué tenerlo contratado, ni por qué pagarlo.
El artículo 20.3 de la Ley de Arrendamientos Urbanos, establece que el propietario no tiene ninguna obligación de pagar esta factura, ya sea un alquiler de larga estancia o vacacional.
Los pisos que se alquilan por habitaciones con la finalidad de que varias personas compartan casa, siempre son por periodos cortos de tiempo. Los contratos no suelen exceder el año o directamente un curso académico.
Aún así, aquí ocurre lo mismo que si se tratara de un alquiler para un largo periodo de tiempo.
Cuando se alquila el inmueble, si este no tiene contratado el servicio, los inquilinos deben hacerlo, pudiendo elegir la que más les beneficie a ellos, además, a través de internet pueden acceder a comparadores de tarifas, muy útiles para ver las mejores ofertas y precios. Aquí puedes acceder a un comparador de fibra y dos líneas móviles.
En caso de que el servicio ya esté contratado, el precio de la factura se debe dividir entre todos los miembros que compartan la vivienda y hagan uso de él.
De cualquier manera, el propietario no tiene la obligación de pagar este servicio en ningún tipo de alquiler.
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