¿Qué ocurre si nos negamos a someternos a un control de alcoholemia? ¿Y si nos negamos al segundo de los controles, el de verificación, es decir, el que se realiza cuando ya se ha dado positivo? Muchas personas se hacen esta pregunta, aunque la respuesta es, en principio, sencilla: se comete un delito. Antes, esta conducta se podría encuadrar en el delito genérico de desobediencia a la autoridad, pero hoy es un delito independiente. Pero hay que matizar un poco. La primera prueba de detección alcohólica es absolutamente obligatoria. Negarse […]